La Tecnología de Vapor Directo Aumenta la Capacidad de Producción

La Tecnología de Vapor Directo Aumenta la Capacidad de Producción

Un importante productor lácteo israelí ha ampliado su capacidad de producción de bebidas vegetales con la incorporación de un pasteurizador de la Serie HRS DSI.

 

HRS Direct Steam Injection System

El Cliente

El cliente es una de las compañías lácteas y alimentarias más grandes de Israel y, habiendo traído previamente bebidas vegetales procedentes de Europa para su embotellado, en 2021 invirtieron en una nueva línea de producción para procesar internamente materia prima (como avena, soja, coco y avellana), como parte de una expansión de su negocio de lácteos alternativos. Anteriormente, la empresa importaba productos semiprocesados procedentes de sus plantas en Europa.

El Desafío

La nueva planta de producción incluye la molienda, la extracción y el suministro a granel para el embotellado en otras instalaciones. Uno de los retos fue el espacio disponible para la parte UHT de la planta de producción.

La Solución

El HRS DSI (Sistema de Inyección Directa) forma parte de un sistema completo UHT (tratamiento ultra-térmico) suministrado por HRS para su integración en la nueva planta de producción. HRS diseñó una solución de tratamiento térmico completa y competitiva en coste, basada en el HRS DSI y otras tecnologías de calentamiento y enfriamiento montada en bastidor, para facilitar su instalación y la puesta en marcha en el espacio disponible.La inyección directa de vapor proporciona una serie de ventajas sobre los sistemas UHT tradicionales basados en intercambiadores de calor, sobre todo cuando se trata productos viscosos, como las leches vegetales.

«Con la inyección directa de vapor se obtiene un aumento repentino e inmediato de la temperatura«, explica Francisco Hernández Ortiz, director de desarrollo de negocios de alimentos de HRS Heat Exchangers. «Primero hay una fase de precalentamiento estándar, utilizando un intercambiador de calor de la Serie HRS MI, que lleva el producto a 80°C, y luego inyectamos el vapor, que aumenta inmediatamente la temperatura del producto a 140°C. Posteriormente se utiliza un enfriador de flash para devolver el producto a 80°C en unos pocos segundos, por lo que el calor tiene tiempo para pasteurizar el producto, pero otros efectos del calor, como la caramelización, no tienen tiempo de ocurrir«.

Tras esto, se utiliza agua fría y una solución de glicol para enfriar el producto a la temperatura final de 4°C.Una segunda ventaja importante de usar la inyección de vapor en lugar de la tecnología tradicional de intercambiador de calor es que evita problemas con el ensuciamiento del intercambiador, lo que podría generar problemas debido a la naturaleza viscosa de muchas bebidas a base de plantas. «Como no hay intercambiador de calor, no hay superficie y, por lo tanto, no hay ensuciamiento«, dice Francisco.