Reducir la contaminación cruzada en aplicaciones farmacéuticas
La contaminación cruzada en la industria farmacéutica no es solo un problema para quienes trabajan en ella, sino también para el público en general, y por lo tanto es comprensible que la mayor parte de la atención se centre en la contaminación cruzada entre productos o agentes, o en la propagación de agentes patógenos dentro de una instalación. De hecho, el daño potencial de los agentes biológicos y otros que puedan escaparse del área de producción ha sido recientemente resaltado por la contaminación ambiental causada por antibióticos en varios países, lo que se cree que es un factor que contribuye al aumento de los niveles de resistencia a antibióticos en todo el mundo1. .Además, la contaminación viral también puede ser una amenaza grave para cualquier tipo de laboratorio o instalación de bioprocesamiento.2
Gracias al creciente uso de la producción subcontratada, las nuevas tecnologías y las técnicas biológicas y microbiológicas en constante evolución, garantizar la fabricación segura de productos farmacéuticos se ha vuelto cada vez más complejo3.
Un entorno de trabajo saludable e higiénico
Es importante prestar atención a la posible contaminación de (y de) los factores ambientales utilizados en la producción y el procesamiento de productos farmacéuticos, como el agua y el aire utilizados para el proceso de calentamiento, enfriamiento o esterilización. Obviamente, la mejor opción es prevenir la contaminación y existen muchas reglamentaciones para evitar estos riesgos y que son de obligado cumplimiento. En consecuencia, muchos de los fabricantes farmacéuticos actuales están reduciendo su riesgo de contaminación mediante el uso de exhaustivos procedimientos y equipos bien diseñados.
Intercambiadores de calor para uso farmacéutico
Un ejemplo de ello es la nueva y mejorada Serie HRS S de intercambiadores de calor de tubos múltiples corrugados. La Serie S está equipada con una peana de doble tubo para superar el posible problema de contaminación entre el lado del producto y los materiales del lado del servicio, que es un requisito previo para algunas aplicaciones farmacéuticas. Este diseño evita la contaminación y proporciona detección de fugas al tiempo que ofrece todos los beneficios habituales del diseño de tubo corrugado normal de HRS Heat Exchangers, incluida la reducción de ensuciamiento, la transferencia térmica mejorada y la reducción de la caída de presión. Todos los modelos de la Serie S van diseñados con fuelles de expansión para absorber diferentes tasas de expansión entre la carcasa y los tubos interiores. Las unidades individuales están disponibles con superficies de 1,3 a 6,8 m2, y las unidades se pueden combinar en un bastidor para aplicaciones más grandes. Los acabados superficiales van desde 0,4 hasta 0,8μ para industrias farmacéuticas e higiénicas y decapado para todas las aplicaciones industriales.
La nueva Serie S de intercambiadores multitubulares se basa en las ventajas y reputación de los intercambiadores de calor higiénicos de la anteriormente denominada Serie F de HRS, pero presenta tres modelos distintos destinados a diferentes sectores industriales donde la contaminación cruzada y la detección de fugas es importante:
- Serie HRS SP: específicamente diseñado para uso farmacéutico, este intercambiador de calor multitubo es ideal para la producción de agua para inyectables WFI y agua purificada, además de otros muchos usos.
- Serie HRS SH: Intercambiador de calor multitubo para usos higiénicos, como cosméticos y cuidado personal, fabricación de alimentos y bebidas y agua potable.
- Serie HRS SI: un intercambiador de calor multitubo para aplicaciones industriales, como productos químicos, aceite y aplicaciones de aguas residuales.
No importa cuán estricto sea el requisito higiénico de su proceso, existe un nuevo intercambiador de calor de la Serie S para reducir el riesgo de contaminación cruzada durante el procesamiento.