Consejos Para Reducir El Desperdicio De Alimentos Para Mascotas Durante Su Procesamiento
Reducir el impacto medioambiental de la producción de alimentos para mascotas es un objetivo clave para muchos fabricantes. Sin embargo, hasta la fecha, la agenda ambiental para este tipo de productos se ha centrado en los ingredientes o en el envase. Ahora es el momento de reducir las mermas y desperdicio durante la fase de producción.
Los residuos de alimentos para mascotas generan importantes costes ambientales y financieros. Además del coste de la materia prima, hay gastos adicionales asociados con la eliminación de los productos defectuosos. A medida que los costes de las materias primas y la energía han experimentado una elevada inflación en los últimos años, también ha aumentado la necesidad de controlar dichos costes y optimizar la utilización de ingredientes caros. Algunas áreas clave a considerar incluyen:
- Mejorar el Envasado
Los envases de buena calidad aumentan la vida útil de los alimentos y, por lo tanto, reducen el desperdicio en la cadena de distribución y en los hogares. Sin embargo, existe un delicado equilibrio entre reducir el uso de plásticos y materiales no reciclables e incrementar la vida útil del producto. Elegir el envase adecuado durante el proceso de fabricación mejora la vida útil y reduce la manipulación, aumentando la eficiencia y disminuyendo el desperdicio.
- Mejorar la Previsión
Un pronóstico inexacto puede generar un desperdicio de materias primas e ingredientes. No asuma que necesita producir un cierto número de productos, a menos que tenga evidencia clara de dicha demanda (como pedidos acordados o modelos de demanda). Mejores y más precisos modelos de pronóstico nos permitirán optimizar el uso de ingredientes.
- Medir y Planificar
Sin medir el desperdicio no podemos saber si lo estamos reduciendo o calcular adecuadamente lo que nos cuesta. Introducir estos datos en los sistemas de la empresa para analizarlos de forma centralizada ayuda a identificar áreas de ineficiencia y desperdicio, lo que permite a los fabricantes agilizar los procesos y reducir las mermas.
- Revisar los Sistemas de Control de Calidad
El control de calidad es vital para mantener los estándares y la seguridad alimentaria, pero es necesario evitar estándares demasiado entusiastas que pueden dar lugar a que se descarten ingredientes que son perfectamente utilizables. Además de asegurarnos de que los estándares y especificaciones de calidad que se aplican son apropiados para el producto, también es importante que los procesos utilizados para garantizar la calidad funcionen correctamente, ya sea calibrando el equipo o capacitando al personal.
- Involucrar al Personal
Al igual que en otras áreas, la concienciación, la educación y la participación del personal desempeña un papel muy importante en la minimización de los residuos. Los empleados han de comprometerse a reducir los desechos e incorporarlo a la cultura de la empresa. Además de educar al personal sobre los impactos de los residuos, se les debe alentar a participar en un diálogo completo, ya que cuentan con información relevante para la optimización.
- Mejorar la «Eliminación» de Residuos Inevitables
Incluso con la mejor voluntad, es probable que se generen “desechos”. Esto debe tratarse de una manera que maximice su utilidad o valor. De acuerdo con la jerarquía de desperdicio de alimentos, el orden de preferencia es:
- Redistribución a las personas
- Uso para alimentación animal
- Digestión anaeróbica
- Compostaje
- Incineración con recuperación de energía
- Incineración, vertido o eliminación a través de sistemas de alcantarillado
También es posible utilizar ciertos productos de manera novedosa, por ejemplo, los aceites vegetales y los subproductos animales (ABPs) se pueden convertir en biodiesel cuando las instalaciones lo permitan.
- Incorporar Tecnología para Reducir el Desperdicio Durante la Producción
Las nuevas tecnologías o equipos aumentan la utilización de los productos, por ejemplo, recuperando más proteínas utilizables de las carcasas cárnicas. Otra opción es optimizar los procesos de producción existentes, especialmente cuando se trata de cambios de producción o limpieza in situ (CIP).
Por ejemplo, la Serie HRS R de intercambiadores de calor utiliza una barra rascadora dentro del tubo interior que mejora el flujo de producto, evita el ensuciamiento y minimiza la caída de presión. Presenta la característica única de que cuando se configura correctamente, la unidad se puede ejecutar a la inversa, vaciando efectivamente el tubo (s) del intercambiador de calor de producto, sin dañarlo ni cambiar sus características, por lo que puede recuperarse y reutilizarse.
Debido a la cantidad de producto recuperado y al hecho de que normalmente no es necesario instalar sistemas adicionales de recuperación de productos, los intercambiadores de calor de la Serie R se amortizan rápidamente y, a largo plazo, son una opción más económica comparados con otros sistemas alternativos con menores costes de inversión.